jueves, 7 de marzo de 2013

Un arte con mucha Historia...

Con esta entrada pretendemos aprender más de un arte que nos apasiona, conociéndo sus orígenes y admirando la labor extraordinaria de las encajeras de hace cientos de años. 
Aunque la labor realizada hoy en día en nuestro taller es muy diferente, mantiene la esencia y dedicación que un buen encaje requiere.



 

El origen histórico del encaje se fija por lo general a mediados del siglo XVI y se supone que nació en Venecia, aunque los flamencos también intentaron atribuirse este inicio. Sin embargo, en España ya se ejercitaban las labores de encaje de aguja y al bolillo medio siglo antes en varias poblaciones de España y con seguridad procedían de los conventos de monjas.



 En Europa, España, Italia y Flandes mantienen una larga disputa por sostener el triunfo de ser la primera en la invención del encaje. 




La Autora Bury Palliser apuesta por España en su papel de inventora del encaje: "España no tuvo su necesidad de buscar sus modelos en Génova o Venecia, pues sus puntos tuvieron una gran celebridad y se fabricaron a gran escala".




La palabra "encaje" como tal no hace su aparición hasta la primera mitad del siglo XVI, viniendo a significar "una labor tramada, encajada entre dos telas.




El extraordinario y creciente uso que se hacía de estas manufacturas en los siglos XVI y XVII para golas o gorgueras, cuellos, vuelillos en las bocamangas, cortinajes, etc. contribuyó grandemente al desarrollo de esta industria y a que se fundaran centros muy activos de la misma, durante dichos siglos en toda Europa, sobre todo, en Italia, Francia, Estados flamencos, Inglaterra y España.




De aquí se originaron gran variedad de puntos que son conocidos con nombres como:
Punto de Venecia. 
Fue el primero conocido en los mercados de Europa y el que más influencia tuvo en sus talleres. 




Punto de Malinas. 
El punto de Flandes floreció en Malinas. Se distingue por sus mallas de orificios redondos o hexagonales y por sus flores y hojas naturales que se bordean con un hilo más grueso pero sin relieves. También se fabricaba en Amberes y Lovaina y con hilo más grueso y peor malla en Arras y Lille. 




Punto de Alenzón o punto de Francia. 
Desde el siglo XVI, se trabajaban los encajes en diversas poblaciones de Francia pero desde 1665 prevalecieron los talleres de Alençon, imitando a Venecia. Se distingue de ésta en dar más precisión y naturalidad al dibujo. 




Punto Colbert. 
Llamado así en memoria del ministro de Luis XIV, Juan B. Colbert que tanto favoreció estas industrias en Francia desde 1661. Se caracteriza por el gran relieve de sus dibujos. 



Punto de Bruselas. 
Se caracteriza por la finura del hilo que procede de un lino especial y la tendencia a la naturalidad en las figuras y motivos vegetales.






2 comentarios:

  1. Me ha encantado la entrada. Gracias a ella he sabido algo más sobre los encajes.
    Muchas gracias.
    Saludos cordiales.
    Consuelo

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    1. Gracias a tí, después de visitar tu Web, la que ha aprendido cosas nuevas he sido yo, además de quedar gratamente sorprendida.
      Saludos.
      Maria

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